Las luces, los mercados navideños, los árboles de Navidad y el aroma de la repostería típica de cada región serán tus compañeros de viaje.
Haz la maleta, llena el depósito ¡y a disfrutar!
LA CUNA DE LA NAVIDAD FRANCESA: ALSACIA
Situada al noroeste de Francia, esta región hace frontera con Alemania y Suiza.
La mejor forma de visitar la zona y moverse de un pueblo a otro con total libertad es hacerlo en coche.
La Navidad en Alsacia es pura magia: luces, olores y mercados convertirán cada pequeño rincón en una agradable sorpresa.
La lista de atractivos turísticos de la zona es infinita, pero aquí te dejamos algunas paradas imprescindibles de tu roadtrip.
Eguisheim
Este pueblo amurallado pertenece a la asociación Les Plus Beaux Villages de France, es decir, estamos ante uno de los pueblos más bonitos de Francia. ¡Y no es para menos!
Sus calles repletas de luces y adornos navideños no te dejarán indiferente. Además, podrás visitar sus populares mercados de Nöel y degustar la gastronomía típica de la región.
No te vayas de Eguisheim sin hacer la foto de rigor en el Pigeonnier o palomar más famoso de Francia.
Turckheim
Probablemente nunca has visto un calendario de adviento como el que te verás en Turckheim.
Se trata de un calendario a tamaño real que se ha convertido en el principal atractivo turístico navideño de este pueblo. Las ventanas de tres coloridas casitas se van abriendo una a una todos los días a las 17h.
Y tras el espectáculo nada mejor que una visita al mercado navideño para dejarte sorprender por la originalidad de cada rincón.
Colmar
Cada rincón de la ciudad te hará sacar el móvil y disparar más de una foto. Además de los mercados navideños, la iluminación y las diferentes atracciones, esta ciudad tiene dos imprescindibles: la “Petite Venise” y las casas de los pescadores. Acércate a la zona del río y disfruta de un agradable paseo tanto de día como de noche.
EN BUSCA DE PAPÁ NOEL: LAPONIA
La Laponia finlandesa es el destino navideño por excelencia. Sus temperaturas bajo cero, sus paisajes cubiertos de nieve y las espectaculares auroras boreales harán de este roadtrip algo único.
Si a esto le sumamos que estamos en la tierra de Papá Noel, la experiencia está más que completa.
Tanto si viajas con los pequeños de la casa como si ya tienes una edad, Rovaniemi, el pueblo de Papá Noel, es una de las paradas obligatorias. Está situado exactamente sobre la línea del círculo polar ártico y en él podrás conocer a Papá Noel, pero también ver la fábrica de juguetes, conocer a sus ayudantes elfos e incluso ver a los famosos renos que tiran del trineo. ¡Será imposible no sentir la ilusión de la Navidad!
Además, las temperaturas bajo cero tienen su parte buena. Podrás disfrutar de múltiples actividades de invierno que posiblemente no tengas la oportunidad de repetir: motos de nieve, trineos con huskies o renos…
¡Abrígate bien y anímate a vivir una Navidad diferente!
UNA CIUDAD VESTIDA PARA LA OCASIÓN: VIENA
No hay nada como visitar Viena durante el mes de diciembre. Y es que a medida que se acerca la Navidad, la ciudad se viste para la ocasión con luces, abetos y numerosos mercados navideños.
De entre todos los mercados que te vas a encontrar durante tu visita, el más grande y tradicional es el de Christkindlmarkt, coronado como el mejor de Austria y uno de los más bonitos de Europa. Está situado ante el espectacular Ayuntamiento de Viena, cuya arquitectura te impresionará tanto como el propio mercado.
Visitar el Christkindlmarkt es la mejor ocasión para probar la gastronomía austríaca en la que no puede faltar el goulash o el apfelstrudel. Y ya con el estómago lleno puedes animarte a patinar sobre hielo en la pista que encontrarás en el mercado.
Si te has quedado con ganas de más Navidad también puedes recorrer el Mercado Artesanal de la Pza. San Carlos, el Mercado Navideño situado en el Palacio Schönbrunn o el mercado Weihnachtsdorf Maria-Theresien Platz, que encontrarás entre los museos de historia del arte e historia natural de la ciudad.
