Recibe su nombre prestado de un viento, “el Zonda”, una fuerte corriente argentina capaz de alcanzar los 120 km/h. Con el tiempo se ha convertido en un automóvil legendario que, en su versión más extrema, es capaz de alcanzar los 380 km/h. El Zonda es la primera creación del argentino Horacio Pagani, fundador de una pequeña compañía con sede en Módena, la capital de los superdeportivos, y que ha alcanzado un reconocimiento mundial.
LOS INICIOS DE LA HISTORIA: FANGIO Y LOS NEUMÁTICOS PIRELLI CINTURATO
El Zonda es el sueño de una persona que, cuando era un niño, pintaba con ceras de colores los flancos de los neumáticos del coche de su padre. En concreto, rotulaba la inscripción “Cinturato” como si se tratara de una primigenia versión de la Color Edition by Pirelli. En realidad era una suerte de reconocimiento en honor a su piloto favorito, Juan Manuel Fangio, que corría y ganaba en aquel tiempo al volante de vehículos calzados con cubiertas Pirelli Cinturato. Hablamos del mismo piloto que, hace exactamente 70 años, conquistaba el Autódromo de Monza por vez primera, batiendo a Alberto Ascari, rey del trazado hasta entonces y eterno rival del argentino. De hecho, esa “F” unida al nombre Zonda –indicativo que distingue a los más famosos superdeportivos de la firma de Módena– enlaza y mantiene vivos esos recuerdos de infancia y la devoción hacia Fangio.
NACE EL ZONDA
Marzo de 1999, salón de Ginebra. Hace exactamente 20 años se presentaba ante el mundo un nuevo modelo de una marca recién aterrizada en el mercado. Se trataba de un superdeportivo inspirado en los sport prototipo de los noventa, y lo impulsaba un V12 atmosférico firmado por MercedesAMG situado tras el habitáculo. El diseño del automóvil combinaba líneas clásicas e innovadoras, conformando un concepto completamente nuevo y que llamó la atención de los visitantes a la exposición suiza. Los materiales utilizados en su construcción son, todavía hoy, un referente en el mundo de la automoción, y su magistral uso ayudaba mantener el peso final mucho más bajo que el de la mayoría de sus competidores. Todo ello, por supuesto, sin perder un ápice de seguridad, elemento capital en la concepción del supercar por el que Horacio ha sentido siempre verdadera devoción. Premios, titulares y encargos de nuevos clientes: en un solo día de marzo, Pagani Automobili se transformó en una realidad tangible. El sueño de un niño que había cultivado durante décadas una visión muy particular de la elegancia, la técnica y la velocidad.
DEL ZONDA F AL ZONDA R
El Zonda C12 fue el primero, y a continuación llegaría el Zonda F. Y la inicial en recuerdo de Fangio le dio buena suerte, ya que durante los tests con Pirelli celebrados en el Nürburgring batió por más de 4 segundos el récord del circuito, que ostentaba por entonces el Porsche Carrera GT. Este reconocimiento no figuraba entre los objetivos de las pruebas, y de hecho se logró casi por casualidad, con Marc Basseng al volante. El piloto no había completado ni diez giros antes de convertir al Zonda F en el modelo de producción más veloz en los 21 kilómetros más famosos del mundo. Ocurrió en 2007 y mientras Horacio Pagani ya trabajaba en su nueva creación, el Huayra, que incorporaba algunas de las soluciones técnicas que luciría el Zonda R. Esta variante del Zonda no homologada para carretera era extrema en cualquier detalle: más larga, ancha, potente y sofisticada que el Zonda F. Y cuando se desplazó al Nürburgring lo hizo, esta vez sí, con la misión de regresar con un nuevo récord bajo el brazo. Y dicho y hecho, el 6'47” logrado por el propio Basseng permitió a Pagani Automobili y al Zonda R reinar entre los coches de competición derivados de modelos de producción, superando por 11 segundos al maravilloso Ferrari 599XX.
PAGANI Y PIRELLI
La vinculación entre Pagani y Pirelli –que hoy día suministra neumáticos P Zero desarrollados específicamente para cada automóvil que abandona la planta de San Cesario sul Panaro– no se cerró rápidamente, pero sí llega como consecuencia de aquellos encuentros que cambian con el decurso de la historia, y que ha terminado siendo una experiencia conjunta que aúna estrategias y valores comunes. Un camino común que, más de una década después del primer apretón de manos, ha reunido a Horacio Pagani y Stefano Brizzi (responsable de investigación y desarrollo de productos Prestige de Pirelli) para rememorar la historia. Ante un ejemplar del Zonda F, en la misma pista Sopraelevata de Monza en la que Juan Manuel Fangio pilotaba al límite su Alfa Romeo para batir a Ascari en 1949.