London, New Street Mews, 10 de julio de 1919. Un pisapapeles de aluminio, una compañía de entusiastas y un tanto excéntricos apasionados por el motor, y una familia formada por los mejores coches de su clase.
TODO EMPEZÓ CON UNA PIEZA DE ALUMINIO
De las bicicletas a los automóviles, sin olvidar el ferrocarril, la aviación y las motocicletas. Antes de dejar su sello en el universo de la automoción, Walter Owen Bentley exploró profundamente los diferentes métodos de transporte, trabajando en todos ellos y demostrando, desde joven, un precoz talento para la ingeniería.
Con tan sólo nueve años adquirió una bicicleta de segunda mano para desmontarla por completo y conocer así las claves de su funcionamiento. A los 16, abandonó la escuela para trabajar en la Great Northern Railway, a rebufo de su pasión por el ferrocarril. Además, se compró una motocicleta para iniciarse en el mundo de la competición. En 1912 pasó a trabajar para el negocio de su hermano, que se dedicaba a la importación de coches desde Francia, puesto en el que se produjo un momento decisivo en su vida.
Durante una visita a uno de los constructores galos, acabó en sus manos un pisapapeles de aluminio. Mientras lo estudiaba se preguntó si sería posible aprovechar la gran ligereza de este material para construir unos pistones más eficientes. Y ese pensamiento se convirtió en una exitosa visión: Bentley fabricó este elemento fundamental en todo motor utilizando una nueva aleación de aluminio y cobre. No tardó en aplicarlo en los coches que adquiría, que lograron gracias a ello numerosos récords y victorias en competición.
Su invención también resultaría capital en el mundo de la aviación. W.O. Bentley, ex capitán en la Royal Naval Air Service durante la primera guerra mundial, equipó con el primer motor Bentley al Sopwith Camel, que gracias a ello se convirtió en el mejor caza de la contienda. Y es justo en este momento cuando echa a andar la compañía Bentley. Los reconocimientos recibidos por su fundador por su contribución a la industria militar le reportaron suficiente capital económico para iniciar una aventura como constructor automovilístico. Y así, el 10 de julio de 1919 se fundaba en Londres Bentley Motors Ltd.
COCHES RÁPIDOS Y DE CALIDAD PARA LOS ‘BENTLEY BOYS Y GIRLS'
El 3 Litros fue el primer Bentley en rodar por las carreteras inglesas, y fue aclamado de inmediato por la fiabilidad, potencia y ligereza de su motor de aluminio, diseñado por el propio Walter Bentley. Acto seguido llegó el Speed Six, con mecánica de 6,5 litros y caja de cambios de seis velocidades, y el 4,5 Litros, que gozó de gran éxito en competición, en particular su variante dotada de compresor, denominada Blower.
En el inicio de los años 30, los Bentley eran reconocidos como los mejores deportivos del mercado. En paralelo, un pintoresco conjunto de pilotos con vidas extravagantes al estilo del Gran Gatsby rondaba la marca: los Bentley Boys y las Bentley Girls. Este grupo logró resultados destacados en competición –que incluyen cinco triunfos en siete años en las 24 horas de Le Mans– gracias, en parte, a la presión que ponía el constructor para asegurarse que sus Bentley superaran de modo casi rutinario sus propios límites mecánicos.
Todos ellos protagonizaron algunas anécdotas legendarias, que incluyen la increíble victoria en Le Mans de Sammy Davis y Dudley Benjafield, que cruzaron la línea de meta en primer lugar pese a sufrir un accidente que había provocado daños severos en la carrocería, el volante y el eje trasero de su Bentley… Y para celebrar la victoria, se subieron a su baqueteado modelo para viajar con él de vuelta al prestigioso restaurante Savoy, en Londres.
Cómo olvidar, también, a Woolf Barnato, que apostó que batiría a un tren en el trayecto entre Cannes y Calais, y llegó a Londres antes de que el tren se detuviera en la estación de Calais. Podría haber ganado la apuesta, como de hecho hizo, pero el recuerdo de su gesta fue una multa de la policía francesa.
Por otra parte, Mildred “Victor” Bruce fue la primera conductora inglesa multada por exceso de velocidad (a la edad de 15 años) y la primera mujer que dio la vuelta al mundo volando en solitario. En su primera aparición en el Rally de Montecarlo finalizó en sexta plaza y alzó la copa reservada a las damas. No contenta con ello, al año siguiente se anotó la segunda posición absoluta. Bruce completó numerosos tests de resistencia, durante los cuales apenas descansaba, y en una ocasión incluso bebió por error gasolina en lugar de agua, e hizo cuando pudo para recuperar el tiempo perdido.
CIEN AÑOS DESPUÉS
La historia continúa sin olvidar el legado acumulado. Todos los nuevos coches producidos por Bentley en 2019 desde su factoría en Crewe, en la que trabajan 4.000 personas, lucirán la inscripción “1919-2019” en acabado dorado. Y en homenaje al fundador, Mulliner ha creado una edición especial del Mulsanne denominada W.O. Edition, que se inspira en la última y más refinada creación de Bentley, el 8 Litre, desvelado en 1930.
El cigüeñal del coche original, que es increíblemente similar a sus versiones contemporáneas, se ha fraccionado en 100 piezas. Estas secciones lucen ahora entre los dos asientos traseros de los nuevos Mulliner, haciendo cada uno de ellos una pieza única. Y, por cierto, la llave original del 8 Litre, propiedad de W.O. Bentley, pasa hoy día de Director Ejecutivo en Director Ejecutivo de la marca.