Según el Manifiesto del Futurismo, el coche es “más bello que Victoria de Samotracia”. El automóvil cautivó a Balla y Boccioni, adalides de esta línea artística, y lo convirtieron en un objeto artístico. Pintado, esculpido, montado y desmontado, el coche ha sido protagonista en los museos desde sus primeros pasos históricos. Y algunos modelos se han llegado a ser elementos de colección por su belleza. Creados como medio de transporte con una filosofía centrada en la utilidad práctica, los coches de hoy tienen un valor estético esencial que los transforma en emocionantes incluso con el motor apagado.
Rechace imitaciones
Desde el 20 de junio de 2019, tenemos un nuevo coche más caro del mundo. El Ferrari 250 GTO ha sido el primer automóvil en ser declarado obra de arte y, como tal, está protegido por copyright. La corte de Bolonia se encarga de proteger su diseño de plagio. Y así es como un coche, icono de la producción masiva, se une al conjunto de objetos cuyo valor queda determinado por su condición de elemento único, lo que hace de él un objeto artístico por derecho propio. Este modelo es una de las mayores obras maestras que jamás han abandonado la fábrica de Maranello, y se ha llegado a subastar por 70 millones de dólares. Los neumáticos lanzados en 2018 por Pirelli hacen de este Ferrari aún más especial. Hablamos de los icónicos Stelvio Corsa, que han sido rediseñados específicamente para este modelo con un look que replica las cubiertas originales pero que, gracias al uso de tecnologías modernas, ofrecen una conducción más segura a los pocos afortunados coleccionistas con un 250 GTO en su garaje.
El coche transformado en lienzo…
No es sólo cosa de aerodinámica. Las carrocerías de algunos de los automóviles más prestigiosos suelen verse como obras de arte y de ingenio. Pero esto no ha frenado a muchos artistas a la hora de usar un producto acabado como lienzo para dar rienda suelta a su instinto creativo. En 1958 Picasso pintó una paloma de la paz en el lateral del vehículo de un periodista que había acudido a su casa para entrevistarle. John Lennon tenía un Rolls-Royce Phantom V decorado con motivos y colores hippies pintados con spray. También son famosas las carrocerías de los BMW Art Cars, decorados por artistas internacionales de renombre como Andy Warhol. Y sirvan también las reinterpretaciones alternativas que convierten a estos objetos en obras de arte temporales. Tal es el caso de los artistas que crean espectaculares dibujos y paisajes dibujando con sus dedos sobre las capas de polvo de los vehículos aparcados en la ciudad.
... o escultura
Otros artistas han optado por modificar las formas originales de los coches convirtiéndolos en algo nuevo, caso del escultor indonesio, Ichwan Noor, que comprimió varios Beetle hasta transformarlos en cubos y esferas perfectas, o Chris Labrooy, que los manipuló y distorsionó como si fueran de plástico. Otros autores en lado opuesto del espectro han creado automóviles a partir de materiales poco convencionales, caso de un McLaren Senna a tamaño real realizado con ladrillos de Lego y que pesa media tonelada más que el modelo original. En tal caso, la fantasía sobrepasa a la realidad.