Es cierto que el invierno ya no es tan extremo como hace una década, pero no subestimes algunas de sus situaciones. Si tienes que viajar, revisa con cuidado estos elementos antes de partir:
Neumáticos
En España no es obligatorio montar neumáticos de invierno en la estación fría, salvo que la autoridad lo requiera (la famosa advertencia de los puertos de montaña donde es obligatorio usar cadenas… o neumáticos con pictograma invernal 3PMSF, invierno o todo tiempo). Si te decides a montar unas cubiertas 3PMSF, comprueba que la medida que vas a instalar aparece reflejada en la ficha. Si, por el contrario, prefieres optar por cadenas o autosocks, repasa que sean las adecuadas para tus ruedas. Otro aspecto a tener en cuenta es un clásico de todo el año: la presión. Pero atención porque, con el frío del invierno, tiende a disminuir de forma natural. Ejemplo habitual: un neumático hinchado a 2 bar de presión a una temperatura exterior de 20ºC puede bajar hasta 1,8 bar con el termómetro a 0ºC. Así que, como siempre hacemos, te recomendamos chequear la presión a menudo, especialmente en invierno, añadiendo de paso 0,2 bar a la referencia del manual del coche para compensar el efecto de la temperatura.
Batería
El frío aumenta el nivel de estrés sobre la batería, acelerando significativamente el fin de su vida útil si tiene ya unos cuantos años encima o está degradada. No sería mala idea cambiarla por una nueva ante el primer síntoma de fatiga. Si quieres hacerlo tú mismo, recuerda entregar la batería desechada en puntos verdes o zonas de reciclaje. Y de vuelta a tu viaje, mejor tener en el maletero unas pinzas para emergencias.
Luces
Luces, indicadores y pilotos deben comprobarse antes de cada viaje. Su correcto funcionamiento es una garantía de seguridad, ya que beneficiará a tu visibilidad (propia y ajena), además de ahorrarte fuertes multas. Comprueba con detenimiento estos elementos, teniendo en cuenta que las horas de luz en invierno son mucho menores y que tendrás que echar mano de las luces con frecuencia (¡no olvides los antibiebla!). Y ya que estás, aprovecha para limpiar los cristales y plásticos de faros y pilotos.
Limpiaparabrisas
El parabrisas y la luna trasera deben estar siempre limpios para garantizar la máxima visibilidad, por lo que los limpiaparabrisas funcionar a la perfección. Si sus gomas están agrietadas o gastadas, mejor cámbialos antes de salir. No olvides comprobar el nivel del líquido lavaparabrisas, y si toca rellenar hazlo con un producto resistente a las bajas temperaturas. Y hablando de fluidos, aprovecha para chequear el nivel de aceite del coche (lo que te recomendamos que hagas todo el año, no sólo en invierno) y el de refrigerante (que deberá contener anticongelante, como mínimo, en un 50%).
Climatizador o aire acondicionado
En caso de humedad, el parabrisas y las ventanillas se llenarán de vaho (o nieve en el exterior). El modo más rápido de despejarlo será poner en marcha el aire acondicionado para aumentar la temperatura del habitáculo o reducir el porcentaje de humedad. Así que si a tu climatizador le cuesta calentar o enfriar, quizá ha llegado el momento de recargar su depósito de gas. Prestamos más atención a esta operación antes de las vacaciones de verano, pero en invierno es igual de importante… o más.
Equipaje del maletero
Muchas personas creen que tener un kit de primeros auxilios en el coche puede ser muy útil en caso de accidente o para solventar pequeñas heridas o incidentes en viaje. Piensa también en añadir un par de guantes y una manta, una esterilla o un trozo de cartón para trabajar en el exterior (por ejemplo, si debes montar las cadenas). En caso de que lleves rueda de recambio, repasa que tengas todas las herramientas a mano (gato y llaves), y verifica cómo utilizarlas: en el garaje de casa siempre será más cómodo ponerse en situación y simular el protocolo de cambio de ruedas que sentirse perdido y no saber por dónde empezar en el arcén de una carretera o autopista…