En 1995, la Copa América regresó a San Diego. Los norteamericanos se preparaban para una dura defensa del trofeo, y por este motivo invirtieron más de tres años en seleccionar la embarcación más adecuada. La Citizen Cup, creada tres años antes, contó con la participación del defensor del cetro, el America 3 del magnate Bill Koch, el PACT del New York Yatch Club (cuyo casco fue decorado por Roy Fox Lichtenstein, uno de los profetas del arte Pop), el Stars & Stripes del eterno Dennis Conner, que, sin embargo, cedió el timón a Paul Cayard, y el Mighty Mary, un derivado del campeón de la Copa América en 1992 y que contaba con la primera tripulación cien por cien femenina de la historia de la competición, con Dawn Riley al frente.
Tras unirse al grupo, Koch lo abandonó, desplazando a las chicas a su barco mientras esperaba la llegada del nuevo modelo para la liguilla de la competición. Al final, la experiencia y determinación del equipo liderado por Conner exprimió al máximo a la tripulación del Mighty Mary, pero ‘Big Bad Dennis', que sentía el peligro en el ambiente, pidió al PACT disponer del Young America para defender el trofeo, creyendo que era la mejor embarcación del grupo. Y el deseo le fue concedido.
El Black Magic domina la LVC
En el otro extremo del Pacífico, tan sólo siete equipos zarparon hacia la Copa Louis Vuitton (LVC): dos australianos (el Sydney Australian Challenge y el One Australia, que vio como uno de sus barcos se hundía durante la regata), un japonés (el Nippon Challenge), uno español (el Desafío Copa América), un francés French (Le Défi Français) y dos neozelandeses: el nuevo Tutukaka Challenge y el prestigioso Team New Zealand, fundado por by Michael Fay y liderado por Peter Blake, leyenda viva de la vela ‘kiwi' y famoso por su hábito de llevar calcetines rojos cuando la ocasión lo permitía. Para el Black Magic NZL-32, ganar la Louis Vuitton Cup fue una pura rutina: 4-1 contra el One Australia.
El líder del Team New Zealand, Peter Blake (a la izquierda) y el timonel Russell Coutts (derecha) sostienen la Copa América el 15 de mayo de 1995 en el San Diego Yacht Club. Se trataba de la entrega formal al equipo, que derrotó a la formación nortemericana en cinco carreras consecutivas. Crédito: AFP PHOTO (Jeff Hayes/AFP via Getty Images).
La final
El desafío contra el defensor del título prometía ser espectacular. Lo más granado de la vela mundial se agolpaba en las dos embarcaciones. A bordo del Young America, Conner había reunido a su legión de seguidores habitual y algunas nuevas estrellas: Cayard, Jim Brady, Bill Trenkle, Tom Whidden y Steve Eriksson. Se trataba de un grupo con un gran talento, pero enfrente tenían a lo mejor de una nación, que incluía a numerosos olímpicos y a personas que, como poco, habían participado en la Vendée Globe: Russell Coutts (timonel), Murray Jones, Craig Monk, Brad Butterworth, Rick Dodson. El legendario Pete Blake fue incluso ‘relegado' al trabajo de rigger. Los Americanos, pese a ser combativos y no sufrir jamás una derrota humillante, no tuvieron opción alguna: 5-0 a favor de los ‘all blacks' de la vela.
El sueño de Fay, que se remontaba a 1987, encontró al fin su merecida recompensa. Miles de personas abarrotaron las calles de Auckland y muchedumbres aún mayores celebraron el regreso de la tripulación desde San Diego. No en vano, habían logrado hacer famoso a su pequeño país en todo el mundo: el Royal New Zealand Yacht Squadron se convirtió en el cuarto en custodiar la Copa América, Peter Blake recibió la orden de caballero de manos de la reina Isabel II y empezó a preparar la defensa en aguas neozelandesas.