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La ruta del vino

Os proponemos cinco itinerarios europeos en los que saborear y disfrutar del enoturismo

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Las regiones vinícolas son bellas por naturaleza. No importa la latitud ni la temporada, todas muestran serenidad, orden y un colorido intenso. Sin embargo, es en otoño donde ganan en plasticidad y bien merecen una visita. Como es normal, la visita a bodegas y sus preceptivas catas de vino forman parte integral del viaje, así que el sentido común nos aconsejará, por ejemplo, ceder la conducción a una persona que no beba, o bien alternarnos en este rol. Así que atención a nuestra lista y prepárate para disfrutar del enoturismo.

Langhe, en el corazón del Piemonte (Italia)

Los paisajes de Langhe (situado en el Piemonte entre las provincias de Cuneo y Asti) evocan emociones durante todo el año que han valido a esta región su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. Montañas cubiertas de viñas, espléndidos castillos, valles salpicados de poblaciones, iglesias parroquiales y bodegas hacen de esta zona uno de los lugares más interesantes de Italia. Además, hablamos de una zona en la que el vino es un aspecto que pasa a ser cultural, más allá de un simple producto de la tierra.

Langhe está repleta de puntos de obligada visita, empezando por la “capital”, Alba, que recibe su nombre por el famoso Tartufo Bianco –trufa blanca–, producto en el que es referencia mundial; Barolo, reconocida por el castillo del Marqués Falletti y que acoge el Museo del Vino, o sus históricas bodegas; o Neive Langue, una de las villas medievales más bellas de Italia y donde es posible dar largos paseos entre los viñedos.

Otro punto de visita imprescindible es Grinzane Cavour, el lugar donde nació y vivió el conde Camillo Benso y en el que se sitúan las sedes del emporio vinícola de la región, o Bergolo, el pueblo más pequeño de Langhe y cuyas calles y edificaciones están construidas con piedra. Elegir bodegas para visitar no es fácil, ya que aquí encontrarás algunas de las más reputadas del sector. A la hora de comer, tampoco lo tendrás sencillo, aunque, si nos lo permites, te aconsejamos acudir a Piola, restaurante situado en el centro de Alba y que tiene al frente de los fogones a uno de los chefs más famosos de Italia, Enrico Crippa.

El Loira, tierra de castillos y del famoso pueblo de Sancerre (Francia)

El valle del río Loira, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las regiones más bellas de Francia y mundialmente conocida por sus románticos castillos. Pero el Loira también es muy reconocido por sus vinos, principalmente los de tipo blanco, que crecen en las cepas cultivadas a orillas del río. Estamos ante un paraíso para los amantes del enoturismo, y que presiden las 3.000 hectáreas de viñedos de Sancerre, situados en el margen izquierdo.

En lo que respecta a los castillos, existen un total de 22 repartidos a lo largo del curso del Loira y sus afluentes, todos ellos historia viva de Francia. Muchos se edificaron durante el Renacimiento, en los siglos XV y XVI, época en la que la corte real se estableció en esta región. El más famoso y espectacular es el de Chambord, inaugurado en 1519 y construido por Francisco I de Francia. Destaca por su escalera doble, cuyo diseño bebe de las influencias del mismísimo Leonardo da Vinci. En su interior se pueden visitar 60 estancias que acogen una colección de 4.500 piezas de arte. Y en el exterior, un bosque de más de 5.000 hectáreas que son una reconocida reserva de caza en la que abundan ciervos, gamos y jabalíes.

En lo que respecta al capítulo gastronómico, te sugerimos parar en Châteaudun, donde, tras admirar un nuevo castillo, podrás sumergirte en las creaciones del restaurante Aux Trois Pastoureaux. Si te animas, pide su famoso menú medieval.

Mosel, el paraíso de la variedad Riesling (Alemania)

Mosel es, junto a Saar y Ruwer, la región vinícola más antigua de Alemania. El vino llegó aquí de la mano de los romanos, que empezaron a cultivar casi exclusivamente en las pronunciadas pendientes de los ríos de idéntico nombre, además de hacerlo en terrazas. La región se subdivide en seis distritos, aunque en realidad Bernkastel, también conocido como Mittelmosel, actúa como epicentro, además de acoger las bodegas más conocidas.

Entre las visitas obligadas, no dejes de acercarte a Bereich Burg Cochem, famosa por su elevada concentración de cultivos en terraza. Destaca por tener el viñedo más empinado de Europa, denominado Bremmer Calmont (con pendientes cercanas al 70%). La región es, además, mundialmente conocida por la producción de vinos de variedad Riesling, que puedes catar en las múltiples bodegas del entorno.

A lo largo de los 200 km del valle del río Mosela se pueden descubrir poblaciones encantadoras como Cond y Sehl, u otras de mayor tamaño como Cochem, Coblenza o Tréveris, que acogen multitud de monumentos de distintos períodos históricos, empezando por la conquista de los romanos. Otro modo único de descubrir el valle es hacer un crucero a lo largo de todos estos municipios. Y a la hora de comer, nada mejor que disfrutar de la cocina local en el restaurante Heim, situado en Reil, una ciudad que atraviesa el Mosela.

El corazón de La Rioja (España)

La Rioja es, sin duda, la región vinícola más conocida de España, y atesora una gran reputación por sus vinos tintos, siempre ricos y complejos. Situada en el norte del país, a unos cien kilómetros de la costa atlántica, se extiende a lo largo del curso del río Ebro en forma de planicie a unos 450 metros de altitud.

Pero la Rioja es mucho más que vino. No te pierdas en tu visita, por ejemplo, el Centro Paleontológico de Enciso, que propone un viaje en el tiempo a la época de los dinosaurios. O disfruta de sus muchos monasterios, entre los que destacan Suso y Yuso, ambos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y los lugares en los que se fraguó el idioma español moderno. Y para los foodies, parada obligada en la calle del Laurel, situada en el centro histórico de Logroño, capital de La Rioja. En un centenar de metros asistirás a una gran concentración de bares y restaurantes (unos sesenta) donde degustar los típicos pinchos regados por buen vino local. Si prefieres un plan más tranquilo, reserva mesa en Cachetero, icono culinario de la ciudad y que sirve una amplia gama de delicias locales.

La sorpresa de West Sussex (Gran Bretaña)

Sussex se encuentra en el Sur de Inglaterra y se divide en dos condados: East Sussex y West Sussex (Este y Oeste). La región destaca por sus pequeños y fascinantes pueblos de pescadores, unos castillos maravillosos y unos paisajes fascinantes, como las montañas de South Downs, que cubren los típicos campos verdes anglosajones.

La zona está plagada de restos romanos, sajones y medievales, especialmente en Chichester y Arundel. En Fishbourne se ha creado incluso un museo aprovechando las ruinas de un antiguo palacio romano. Tu viaje te puede conducir costa abajo hacia Shoreham y Littlehampton, o bien visitar el mítico circuito de Goodwood. West Sussex es, también, una zona de viñedos inglesa poblada de encantadores cultivos y buenas bodegas escondidas entre la vegetación.

La más famosa de ellas es Nyetimber, en West Chiltington, cuya fundación se remonta a 1086. Durante el año se organizan diversos días abiertos al público para visitas y catas de vinos, que empiezan con el exclusivo Tillington Single Vineyard. A la hora de comer, parada obligada en Gravetye Manor, en East Grinstead, un lugar rodeado de magníficos jardines y en el que descubrirás lo mejor de la cocina inglesa moderna, dotada de gran inventiva y muchos vegetales.

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