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La belleza costera fuera de temporada

Entre Francia e Italia, cuatro rutas costeras imprescindibles para descubrir en invierno, ya sea en moto o en coche

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Descubriendo la costa en invierno

El invierno está en pleno apogeo y, mientras algunos optan por disfrutarlo en estaciones de esquí, otros prefieren explorar destinos alternativos junto al mar. Lugares que en verano suelen estar abarrotados se convierten en rincones tranquilos, ideales para recorrer en coche o moto por carreteras que, en otras épocas, están repletas de tráfico.

Viajar por estas rutas costeras en invierno permite combinar paisajes únicos, un ambiente relajado y temperaturas aún agradables. Si se elige el coche, se gana en comodidad y flexibilidad, permitiendo hacer paradas más largas o afrontar posibles cambios de tiempo sin preocupaciones. Por otro lado, recorrer estos itinerarios en moto amplifica la sensación de libertad y conexión con el entorno. En ambos casos, la menor afluencia de vehículos hace que la conducción sea más fluida, reduciendo interrupciones y optimizando el consumo de combustible.

Rutas costeras en Francia

Francia cuenta con numerosas carreteras panorámicas a lo largo de su costa, especialmente en el sur del país, donde los acantilados rocosos se asoman al Mediterráneo. Entre las más impresionantes destacan la Route des Crêtes y la Corniche d'Or (o Corniche de l'Estérel).

La Route des Crêtes, inaugurada en 1964, conecta las localidades de Cassis y La Ciotat, en la Provenza, cerca de Marsella. Son solo 15 kilómetros de recorrido entre ambos puntos, aunque ampliando la ruta hasta la gran ciudad portuaria de Marsella, el trayecto alcanza los 41 kilómetros. Esta carretera es especialmente atractiva para los motoristas, con curvas y giros cerrados sobre el mar que se alternan con tramos rectos y panorámicos. En días despejados, es posible divisar maravillas naturales como el Parque Nacional de Calanques y el Archipiélago de Riou. Si se viaja en coche, la experiencia es más pausada, permitiendo realizar paradas para recorrer a pie algunos de los senderos que descienden hasta el mar, muy concurridos en verano. Llegar a La Ciotat o Cassis en invierno permite descubrir con calma estos encantadores pueblos, apreciando su historia y arquitectura sin las aglomeraciones estivales.

Otro recorrido espectacular es el de la Corniche d'Or, que une Saint-Raphaël con Cannes, atravesando el macizo de Estérel, conocido por sus rocas rojizas. Construida en 1903 con el impulso del Touring Club Francés, su nombre proviene del tono dorado que adquieren las rocas al atardecer, un espectáculo que se puede disfrutar incluso en invierno gracias al buen clima de la zona. El tramo más impresionante es el de Théoule-sur-Mer a Cannes, unos 30 kilómetros en pleno corazón de la Costa Azul. Aunque presenta algunas curvas cerradas, esta carretera no supone grandes dificultades para la conducción, alternando zonas a nivel del mar con ligeras elevaciones. Su belleza paisajística ha hecho que haya servido de escenario para varias películas francesas, como Atoll K, The Sucker, El Clan Siciliano y Heartbreaker.

Itinerarios costeros en Italia

En Italia, una de las rutas más icónicas es la SS 163 Amalfitana, también conocida como Nastro Azzurro. Esta carretera recorre la famosa Costa Amalfitana desde Meta (Nápoles) hasta Vietri sul Mare (Salerno), atravesando lugares emblemáticos como Positano y Amalfi. Inaugurada en 1953, la carretera tiene unos 50 kilómetros de longitud con un trazado repleto de curvas y pasos estrechos, lo que exige una conducción atenta. Durante el verano, es una de las rutas más transitadas por turistas de todo el mundo, pero recorrerla en invierno permite disfrutar de sus paisajes con total tranquilidad. No en vano, la Costa Amalfitana es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997.

Además del menor tráfico y las temperaturas suaves del invierno, esta temporada es ideal para explorar algunos de los pueblos menos conocidos del recorrido, como Cetara, Maiori, Minori, Ravello, Atrani, Conca dei Marini, Furore y Praiano. Un viaje completo por la zona puede durar entre seis y ocho días, descubriendo su riqueza cultural, gastronómica y paisajística sin las aglomeraciones del verano. La Costa Amalfitana también ha sido escenario de numerosas películas, desde Paisà y Viaje a Italia de Roberto Rossellini hasta Solo tú (1994), con Marisa Tomei y Robert Downey Jr.

Si nos trasladamos a la costa del Adriático y el Jónico, una de las rutas más recomendables es la carretera costera Otranto-Leuca, un recorrido de 45 kilómetros por el paisaje natural de Apulia. Perfecta tanto para coche como para moto, esta ruta serpentea junto al mar, alcanzando en algunos puntos altitudes de hasta 120 metros.

A lo largo del camino, hay numerosos puntos de interés que merecen una parada, como Torre Sant'Emiliano, la Gruta de los Ciervos en Porto Badisco, uno de los asentamientos humanos más antiguos de Europa, o las famosas termas de Santa Cesarea. También destacan localidades como Castro y su Gruta Zinzulusa, el puerto de Marittima y Andrano, y el encantador pueblo de Tricase Porto.

Desde Marina Serra, comienza el tramo final de 14 kilómetros que conduce hasta Leuca, donde el faro de Santa Maria y el santuario de la Madonna de Finibus Terrae marcan el final del recorrido. Durante el invierno, estos lugares, abarrotados en la temporada alta, se convierten en oasis de calma, ideales para disfrutar de la belleza del mar sin prisas.

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