El mundo del motor es un terreno tradicionalmente asociado con la figura del hombre, pero nada más lejos de la realidad porque la industria de la automoción no entiende de géneros.
Las mujeres han demostrado a lo largo de la historia que son una pieza fundamental del sector: inventoras, pioneras, empresarias, ingenieras. Sin todas ellas no existirían gran parte de los inventos automovilísticos más importantes.
A pesar de la escasez de oportunidades para las mujeres en el motorsport, también son muchas las que se han puesto al volante y han dejado su nombre grabado para la posteridad.
En este 8 de marzo, Día de la Mujer, recordamos a los grandes nombres femeninos de la historia del motor. A todas aquellas que han demostrado con creces que son capaces de todo.
¡Abróchate el cinturón, porque arrancamos!
“MAMÁ OPEL”: LA PRIMERA FABRICANTE DE AUTOMÓVILES
Tras el sobrenombre de “Mamá Opel” encontramos a Sophie Opel, la primera mujer fabricante de automóviles. La alemana Sophie no dudó en emprender en el sector de la automoción y decidió ayudar a su marido, Adam Opel, invirtiendo 10.000 marcos para comprar una máquina de vapor que permitiese a la empresa comenzar la producción de vehículos.
En 1895, tras el fallecimiento de su marido, se quedó a cargo de la empresa. Y no solo lo consiguió, sino que la transformó en una moderna fábrica que más tarde acabaría triunfando en Europa, convirtiendo a Opel en una marca mundialmente reconocida.
DEL BOLÍGRAFO AL VOLANTE: EMILIA PARDO BAZÁN
Periodista, novelista, ensayista, crítica, poetisa, dramaturga… Cuando pensamos en Emilia Pardo Bazán, son muchas las palabras que se nos vienen a la cabeza. Sin embargo, pocos conocen su vinculación con la historia del motor en nuestro país.
Precursora del feminismo y de la defensa de los derechos de las mujeres, no sorprende conocer que la escritora fuese la primera mujer española en sentarse al volante de un vehículo en 1904.
Este hecho histórico sirvió de referente para muchas mujeres y sucedió justo dieciséis años después de que Bertha Benz fuese considerada la primera mujer del mundo en conducir un coche.
“SIGNORINA F1”: LA PIONERA EN CIRCUITOS
Cuando Maria Teresa de Filippis quiso comenzar en la F1, no fue un camino de rosas. En 1958 el director del Gran Premio de Francia se negó a que De Filippis tomase parte en la carrera usando una frase que pasaría a la historia: “El único casco que una mujer debe usar es el de la peluquería”.
Pero la conocida como “Signorina F1” no se rindió y cumplió su sueño disputando, entre 1958 y 1959, un total de cuatro Grandes Premios al volante de un Maserati 250F. En Spa-Francorchamps logró su mejor resultado: la 10ª posición de la clasificación.
La aventura al volante de María Teresa Filippis abriría el camino a las mujeres en el mundo de la F1.
LOMBARDI: HISTÓRICA EN LA F1
Lella Lombardi sabía lo que quería: ser piloto profesional. Pese a que el camino de la competición femenina en la F1 ya lo había abierto años antes Maria Teresa de Filippis, Lombardi también tuvo que vivir en su propia piel el menosprecio de sus compañeros.
Su trayectoria deportiva fue meteórica, progresando del karting a la Fórmula 3, la Fórmula 850 italiana (primer campeonato que venció, en 1970) y la competitiva Fórmula 5000, una de las antesalas de la F1 del momento. Su estilo de conducción y habilidades en pista no tardaron en despertar la curiosidad del fundador de Lavazza, que ayudaría a la italiana a competir una temporada completa de Fórmula 1.
Al volante de un March 751 con motores Cosworth V8 alineado por Frank Williams, Lella se convertiría en la segunda mujer en demostrar de lo que es capaz en los circuito de la categoría reina. Y sigue siendo, hasta la fecha, la única en puntuar, tras acabar 6ª el GP de España de 1975 en el desafiante circuito de Montjuïc.
MOUTON: LA MUJER IMBATIBLE DEL WRC
Michèle Mouton rompió los esquemas del mundo del motorsport. Su aventura en el mundo del rally comenzó en 1974 al volante de un Alpine A110 en el mundial de rallies. Pero este no fue el único modelo que pasó por sus manos, puesto que Mouton corrió algunas pruebas al volante de un Lancia Stratos y un Fiat 131 Abarth. Su trayectoria la llevó a participar, además, en las 24 Horas de Le Mans y en Pikes Peak, entre otros certámenes.
Su gran momento llegó en 1982, cuando fichó por el equipo oficial Audi para competir su primera temporada completa en el mundial de rallies, alzándose con la victoria en el Rally de San Remo.
No contenta con este triunfo, Mouton iría un paso más allá y acabaría la temporada proclamándose subcampeona del mundo. Una hazaña histórica que marcaría un antes y un después en el mundo del motor y demostraría que la habilidad al volante no entiende de género.
