La organización de exposiciones temáticas –a menudo en colaboración con otras instituciones culturales– es una de las herramientas que ha utilizado la Fundación Pirelli desde su nacimiento para divulgar la historia de la compañía. La primera muestra tuvo lugar en 2008: Un viaggio, ma… (un viaje, pero…), y la acogió la Triennale de Milán. En ella se exploraban las campañas publicitarias del Pirelli Cinturato en los años sesenta y setenta, e incluía piezas finales y bocetos realizados por algunos destacados nombres del diseño gráfico, como Bob Noorda (presente durante la ceremonia de inauguración), Pino Tovaglia o Alan Fletcher. También se incluyeron trabajos de artistas contemporáneos que dieron vida a la serie “cuentos de viajes”, como la P iovra de Alberto Bettinetti o un neumático a tamaño real de regaliz ‘cocinado' por Ciboh.
Del producto en sí mismo a la fábrica, en 2009 la misma Triennale acogió la muestra Working. Uomini, macchine, idee (Trabajo. Hombres, máquinas, ideas), que recogía el trabajo realizado en los departamentos de producción de las diferentes factorías del grupo Pirelli en Europa, escrutadas desde la óptica del fotógrafo Carlo Furgeri Gilbert. De las máquinas a los hombres: en 2010 tuvo lugar la exposición fotográfica Workers: 70 scatti (Trabajadores: 70 retratos) del mismo Furgeri, y exhibía la fábrica Pirelli en Piedmont desde los rostros de sus empleados.
Tras la trilogía producto-máquina-hombre, en 2011 llegó el relato de un día en la vida de una cubierta. De nuevo la Triennale acogió L'anima di gomma. Estetica e tecnica al passo con la moda (El alma de una cubierta, estéticas y técnica al ritmo de la moda), exposición con relatos e imágenes personales que abordaban la historia de las innovaciones de Pirelli en el mundo de la comunicación y la moda, y que llevó a la marca a ganar el prestigioso “Red Dot Grand Prix” en 2013.
La Fundación Pirelli ha creado también muchas otras propuestas a lo largo de los años: en 2011 se mostró Si va che è un incanto (Funciona de maravilla), que explicaba el legado de la firma de la P lunga en el deporte del motor a partir de clips de vídeo, fotografías, anuncios y documentos recuperados del archivo de la compañía. En 2012 se inauguró la exposición L'umanesimo industriale (Humanismo industrial), una reflexión de gran alcance sobre la cultura corporativa que realizaba un profundo análisis de la relación entre investigación tecnológica, producción, arte y comunicación, temas estratégicos en la identidad de Pirelli. El Cinturato volvió a ser protagonista –como símbolo, de hecho, de una parte de la historia de la compañía– al año siguiente con Pirelli e l'Italia in movimento (Pirelli e Italia en movimiento), un viaje metafórico por la península itálica en los años sesenta apoyado en las páginas de la revista Pirelli y el trabajo de los diseñadores y artistas protagonistas del boom económico de esta década.
Entre las numerosas exposiciones creadas por la Fundación Pirelli para la comunidad interna de empleados destaca Pausa pranzo: tra casa e lavoro, cento anni di Italia a pranzo (La pausa para la comida: entre el hogar y el trabajo, 100 años de Italia en la mesa de almuerzo), de 2015. En ella se relacionaba comida y salud en las múltiples cantinas de la compañía, que abarcan desde las tiendas de comida de las fábricas a las cafeterías de los diferentes departamentos. Los vínculos entre el hombre y el trabajo encuentran su cénit en la realidad física de la fábrica con motivo de la XXI Exposición Internacional de la Triennale de Milán de 2016, que incluyó Le Architetture dell'Industria (Las arquitecturas de la industria) y se mostró al público en la sede de Pirelli Bicocca. La propuesta recorría los escenarios e historias que han ayudado a desarrollar el vínculo indisoluble entre Pirelli y su entorno urbano, que va desde la vieja factoría de Via Ponte Seveso a la Torre Pirelli y la revolución del Proyecto Bicocca.
La exposición Pirelli, la cultura sostenibile (Pirelli, cultura sostenible), que acogieron los edificios de la Fundación, era un relato temático de la evolución de la gestión sostenible hasta nuestros días: desde los estudios dedicados al caucho sintético de los años 30 al trabajo del futuro ganador de un Nobel, Giulio Natta, en los laboratorios de Bicocca, y el modo de afrontar, hoy día, la sostenibilidad ambiental y social.
La Fundación Pirelli celebró, en 2018, sus primeros cien años de vida con un relato inspirado en un libro publicado por la compañía en 2017 La pubblicità con la P maiuscola (Publicidad con P mayúscula). A partir de proyecciones, exposiciones y trabajos multimedia, la muestra ofrecía un retrato de la era que va de los años 70 al inicio del siglo XXI y que, en términos de marketing y publicidad, tiene todavía mucho por mostrar. Nuevas técnicas y nuevos mensajes que toman una dimensión internacional, la excusa perfecta para volver a casa y “echar un vistazo al interior”, tal y como sugería el ingeniero y asesor histórico de Pirelli, Luigi Emanueli, en los albores del siglo XXI.
